C.D Montcada 2 - U.E Rapitenca 2

foto: montcadacd.com / Once inicial

Empate a dos en el Mpal de Montcada, que si a priori antes del encuentro se podía dar por bueno el empate contra uno de los equipos llamados a luchar por el ascenso, una vez finalizado el mismo y tal como ha ido avanzando el encuentro y las decisiones arbitrales, te deja con la sensacion de haber perdido dos puntos.

Después de todo el trabajo, sacrificio y esfuerzo de todos los jugadores del CD Montcada, que sin duda, nada se les puede achacar con todo lo que han demostrado hoy dentro del terreno de juego, así como en las jornadas anteriores, entregándose totalmente, pero que una vez más, la tripleta arbitral se ha encargado de que antes tales decisiones tan descaradas de los mismos hacia con el Montcada, se les niegue una vez mas la suma de puntos en la clasificación.

Decisiones que entre otras, fueron señalar un penalty a favor de la Rapitenca, totalmente injusto e inexistente, en el m.84, que hizo que el jugador local, Victor, al enseñarle el arbitro la segunda targeta amarilla y por consiguiente la roja, haciendo que el propio jugador expulsado saliese llorando del terreno de juego ante tal injusticia, empezase a verse cual sería la finalización del encuentro.

Dado a que el portero local, Adrián Buetas detuviese el penalty en el m.87, el arbitro y debido a que según el, se perdiese bastante tiempo en la jugada citada anteriormente, alargase el partido 5 minutos. Llegados a los 5m añadidos, aún así, el arbitro decidió seguir justo hasta que en el m.98 la Rapitenca lograse empatar el partido y salir del campo sin dar el pitido final, llegando a los vestuarios y diciendo que el partido quedaba suspendido.

Cuando la Rapitenca logra el empate se produce unos altercados por parte de unos aficionados del Montcada con la banqueta visitante, debido a unos insultos de los mismos jugadores visitantes hacia los seguidores del Montcada, que junto a todo lo sucedido con las decisiones arbitrales, hiciesen que la tripleta arbitral saliese del terreno de juego y se fuesen al vestuario sin dar el partido por acabado, pero si dándolo por finalizado dentro del vestuario. La decisión del mismo viene tomada, según árbitros, por peligrar su identidad física y por invasión de campo.